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Los modelos de calidad son aquellos documentos que integran la mayor parte de las mejores prácticas, proponen temas de administración en los que cada organización debe hacer énfasis, integran diferentes prácticas dirigidas a los procesos clave y permiten medir los avances en calidad. Scalone (2006).
Su función es permitir la gestión de atributos en el proceso de construcción de software, teniendo en cuenta que la concordancia de los requisitos y su construcción son la base de las medidas de calidad establecidas.
El modelo de calidad debe permitir evaluar el sistema, bien sea cualitativa o cuantitativamente, y de acuerdo con esta evaluación la organización podrá proponer e implementar estrategias que permitan la mejora del proceso dentro de las etapas de análisis, diseño, desarrollo y pruebas del software.
Los modelos de calidad de software pueden tener diversos factores de calidad que a su vez se componen de criterios que son evaluados por métricas, con el propósito de abordar la evaluación desde lo general a lo particular, y permitir la reducción de la subjetividad en la asignación de un valor, ya sea cuantitativo o cualitativo.
Así mismo, los modelos de calidad de software se clasifican de acuerdo con el enfoque de evaluación, ya sea a nivel de proceso, producto o calidad en uso.
Calidad a nivel de proceso
La calidad de un sistema software debe ser programada desde el inicio del proyecto, y posteriormente en cada etapa del proceso de desarrollo se debe llevar a cabo el control y seguimiento de los aspectos de calidad, para minimizar los riesgos y ofrecer soporte continuo, se garantiza así un óptimo nivel de cumplimiento de los factores de calidad, teniendo en cuenta que si en alguna de las etapas se deja de lado la verificación de los factores y criterios es posible que se presente deficiencia en alguno de éstos y disminuirá el nivel de calidad no solo del proceso, sino también del producto en desarrollo.
Calidad a nivel de producto
La principal finalidad del modelo de calidad de producto es especificar y evaluar el cumplimiento de criterios del producto, para lo cual se aplican medidas internas y/o medidas externas (Bevan, 2010). Por esta razón, algunas normas y estándares han definido la calidad a nivel de producto en tres tipos: interna, externa y en uso (Rodríguez, 2016). Este enfoque está orientado a verificar el cumplimiento de las características que permitan alcanzar la satisfacción del cliente en cuanto a los requisitos definidos en las etapas iniciales del proceso de desarrollo.
Calidad en uso
Es importante resaltar que aunque en diferentes escenarios se utilizan los términos usabilidad y calidad en uso, con el mismo propósito y de forma intercambiable tienen significados distintos, principalmente porque el concepto de calidad en uso es más amplio y abarca más elementos que la usabilidad (Covella, 2005), y esta última es una de las características de calidad de un producto software. La calidad en uso se define como el “conjunto de atributos relacionados con la aceptación por parte del usuario final y seguridad”, y está basada en la eficacia, productividad, seguridad y satisfacción, según ISO/IEC 9126.
MODELOS A NIVEL PRODUCTO
Modelo GILB 1988
Modelo de calidad que orienta la evaluación de software a partir de los atributos: Capacidad de trabajo, adaptabilidad, disponibilidad y utilizabilidad, los cuales se dividen en subatributos, de tal manera que sirva de apoyo a la gestión de proyectos, y proporcione una guía para solucionar problemas y detectar riesgos (Khosravi, 2004).
Capacidad de trabajo: en este atributo se evalúa la capacidad de procesamiento del sistema o software para realizar trabajos o tareas, la velocidad de respuesta en los comandos y la capacidad de almacenar información.
Estos a su vez se descomponen en subatributos especificando cada una de ellas como nombre y definición, escala de definición, escala de medición, recogida de datos, valor previsto, valor óptimo, valor actual y comentarios en la que se convierte En un soporte para la gestión de proyectos proporcionando una guía para solucionar problemas y mitigar los riesgos.
Modelo GQM 1988
GQM o Goal Question Metric ((Objetivo – Pregunta- Métrica) Se enfoca a proporcionar una forma que permita definir métricas para medir el avance como los resultados de algún proyecto, a partir de la aplicación de unas preguntas relacionadas con el proyecto, que permitan alcanzar unas metas previamente planteadas, el modelo trabaja sobre metas, preguntas y métricas (Villarroel, 1999). Este modelo considera un paso a paso de seis instrucciones, las tres primeras instrucciones están relacionadas a la definición de objetivos medibles y las últimas instrucciones consideran la recolección de la información que se aplica mediante las métricas diseñadas. Basili describió el proceso de GQM en seis pasos:
Establecer las metas, En este paso se definen metas u objetivos en el proyecto, asociadas a la producción y la calidad de un producto o proceso.
Generación de preguntas, Basado en modelos se crea una serie de preguntas que deben estar alineadas a los objetivos y a su vez puedan ser medibles.
Especificación de medidas, Se debe detallar las métricas o medidas contestando a las preguntas de manera que puedan ser recopiladas y evaluar el avance en los procesos o resultados del proyecto.
Preparar recolección de datos, Diseñar o desarrollar instrumentos para la recolección de los datos obtenidos de las métricas aplicadas.
Recolectar, validar y analizar los datos para la toma de decisiones, Estos procesos deben ser realizados en tiempo real, en la que permitan la realimentación correctiva del proyecto.
Analizar los datos para el logro de los objetivos y el aprendizaje, Este proceso se debe realizar finalizada el logro de una meta u objetivo determinando el nivel de satisfacción en la que se identifican oportunidades de mejora para un futuro.
Modelo McCall. 1977
Uno de los modelos pioneros en la evaluación de la calidad de software, tiene como propósito definir la calidad a través de la relación jerárquica entre criterios y métricas de calidad, tiene tres etapas definidas: factores, criterios y métricas. Los once criterios base, son: Exactitud, confiabilidad, eficiencia, integridad, usabilidad, mantenibilidad, testeabilidad, flexibilidad, portabilidad, reusabilidad e interoperabilidad (Khosravi, 2004).
Este modelo es sistemático, a través de las siguientes fases valida la calidad del software:
Determina los factores que definen la calidad del software.
Identifica los criterios de calidad para cada factor.
Define las métricas de los criterios en la que establece una función de normalización en la que ejerce una relación entre los factores asignados y las métricas de cada criterio.
Evalúa las métricas.
Correlaciona las métricas definidas para agruparlas en un catálogo de instrucciones para la aplicación de métricas que podrían ser implementados en otros desarrollos en la que se sigan dichas recomendaciones.
Modelo FURPS 1987
Modelo desarrollado por Hewlett-Packard, cuyo nombre proviene de los criterios que evalúa: Funcionalidad, usabilidad, confiabilidad (reliability), desempeño (performance) y soportabilidad (Soto, 2015).
Funcionalidad: características de sistema, capacidad y seguridad.
Usabilidad: factores humanos, estética, consistencia, documentación.
Confiabilidad: recuperabilidad, precisión, predicción.
Prestación: velocidad, eficiencia, consumo, productividad, tiempo de respuesta.
Soporte: adaptabilidad, extensibilidad, mantenibilidad, compatibilidad, configurabilidad.
A lo largo del tiempo se han establecido nuevos factores de calidad para este modelo que anteriormente no se tenían en cuenta, el cual lo llamaron “Plus o +”, hace parte de nuevos requerimientos en cuanto a las restricciones físicas o legales, en la que se puede encontrar las siguientes:
Implementación: limitación de recursos, lenguaje y herramientas, hardware.
Interfaz: restricciones impuestas para la interacción con sistemas externos (no es GUI). Operaciones: gestión del sistema, pautas administrativas, puesta en marcha.
Empaquetamiento: forma de distribución.
Legales: licencias, derechos de autor, entre otros.
Modelo Boehm 1978
El modelo Boehm fue desarrollado por Barry Boehm en 1978, en la que define la calidad de software en una estructura incremental, mediante atributos cualitativos medidos a través de métricas, este modelo está basado en el modelo McCall en el que también define la usabilidad. Está estructura la cual definen estos autores (Singh & Prasad Kannojia, 2013) presenta tres niveles; nivel alto, nivel intermedio, y características.
Cada uno de estos tres niveles tiene dentro de su estructura varios atributos, como lo describen los siguientes autores: Carvallo Vega, Franch Gutiérrez, & Quer Bosor (2010).
Modelo ISO 9126 1991
Estándar basado en el modelo de McCall, dirigido a desarrolladores, aseguradores de calidad, evaluadores, analistas y cualquier otro involucrado en el proceso de construcción de software. Está dividido en cuatro partes: modelo de calidad, métricas externas, métricas internas y calidad de métricas en uso; elementos en torno a seis características (funcionalidad, fiabilidad, usabilidad, eficiencia, mantenibilidad y portabilidad) y subcaracterísticas asociadas.
Funcionalidad: la capacidad del producto Software para proporcionar funciones que satisfagan las necesidades explicitas e implícitos cuando el software se utiliza bajo condiciones específicas . incluye las siguientes subcaracterísticas: Adecuación. Exactitud. Interoperabilidad. Seguridad. Cumplimiento funcional.
Fiabilidad: capacidad para mantener un nivel específico de funcionamiento cuando se está utilizando bajo condiciones específicas. Contiene las siguientes subcaracterísticas: Madurez. Tolerancia a fallos. Capacidad de recuperación. Cumplimiento de fiabilidad.
Usabilidad: capacidad de ser entendido, aprendido, usado y atractivo al usuario, cuando se utiliza bajo condiciones específicas. Tiene las siguientes subcaracterísticas: Entendimiento. Aprendizaje. Operabilidad. Atracción. Cumplimiento de usabilidad.
Eficiencia: capacidad para proveer un desempeño adecuado, de acuerdo a la cantidad de recursos utilizados. Contiene los siguientes subcaracterísticas: Comportamiento temporal. Utilización de recursos. Cumplimiento de eficiencia.
Mantenibilidad: capacidad del producto de software a repararse o ser modificado. Capacidad para ser analizado. Cambiabilidad. Estabilidad. Capacidad de prueba. Cumplimiento de facilidad de mantenimiento.
Portabilidad: capacidad del software para ser trasladado de un entorno a otro. Esta tiene los siguientes subcaracterísticas: Adaptabilidad. Facilidad de instalación. Coexistencia. Reemplazo. Cumplimiento de portabilidad.
Modelo ISO 25000 2005
También llamadas como SQuaRE, cuyo propósito es guiar el desarrollo con los requisitos y la evaluación de atributos de calidad, principalmente: la adecuación funcional, eficiencia de desempeño, compatibilidad , capacidad de uso, fiabilidad, seguridad, mantenibilidad y portabilidad. (Alfonso, 2012). Dedicaremos un post sólo a este modelo
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